
La sensaciones son nuevas, el ultraligero despega antes, no tiene a nadie a su derecha que le oriente y las decisiones que se toman en el vuelo son fruto del entrenamiento y de la experiencia que ha ido adquiriendo en su etapa de instrucción.
Ahora toca tener la «cabeza sobre los hombros» y pasar a la siguiente fase: Aprobar el examen práctico.
Daniel nos ha demostrado a todos que con tesón y constancia se pueden cumplir las metas que nos propongamos en nuestra vida. Y ésta, sin duda, es una de las más placenteras: VOLAR !!!!
Enhorabuena Campeón !!!!!!!